jueves, 19 de septiembre de 2013

AÑO VOCACIONAL MISIONERO REDENTORISTA



ORACION

Señor Jesús, que por amor a todos, nos has llamado a continuar, desde nuestra familia, tu misión redentora en el mundo.
Oh Padre, ¡bendito sea tu nombre por siempre!
Con un corazón humilde y con las manos abiertas ante ti, agradecemos el don de la vida; pero, sobre todo, la vocación bautismal, que nos llama a vivir como hijos tuyos y hermanos de Jesucristo.
Guiados por el Espíritu Santo, con libertad y confianza, te decimos a ti, Redentor nuestro: haznos fuertes en la fe, para dar testimonio a todos de que tú eres lo mejor de nuestra vida.
Que vivamos siempre alegres en la esperanza, para anunciar que la Redención es abundante para todos, especialmente para los más abandonados, los pobres.
Que seamos incansables en la caridad, para servir a todos con un corazón generoso y creativo.
Danos, también, una sincera humildad que nos haga conscientes de que te necesitamos siempre y de que no podemos hacer nada sin ti.
Que este año vocacional misionero redentorista, también despierte nuestras familias a tu llamada, Señor, ante todo aquello que amenaza la dignidad de la vida humana, especialmente a los jóvenes y que seamos auténticos colaboradores y miembros de la gran familia de los Misioneros Redentoristas, es decir:
testigos y misioneros de la gran obra de la Redención.
Que San Alfonso y Ntra. Madre del Perpetuo Socorro nos acompañen y nos mantengan fieles a la MISIÓN.  Amén.




AÑO VOCACIONAL REDENTORISTA


Roma, a 1 de agosto de 2013

AÑO DE PROMOCIÓN
DE LA VOCACIÓN MISIONERA
REDENTORISTA

Queridos cohermanos, hermanas y laicos Misioneros Redentoristas:
Que este Año de Promoción de la Vocación Misionera Redentorista inspire a todos nosotros: cohermanos, hermanas, laicos Misioneros Redentoristas y jóvenes; a una renovación profunda de nuestra identidad de testigos y misioneros de la Redención. Que, con San Alfonso, podamos "seguir el ejemplo de Jesucristo Salvador en la predicación de la Palabra de Dios a los pobres" (Const. 1) con pasión, creatividad, alegría y esperanza.
En esta fiesta de nuestro fundador San Alfonso, les deseo toda gracia y bendición. Que su celo apostólico, su pasión por Jesucristo y su amor por los abandonados y los pobres continúe dándonos esperanza y valor para nuestra misión hoy. Bendita y alegre fiesta para todos y cada uno.
Que Nuestra Madre del Perpetuo Socorro y San Alfonso nos acompañen a lo largo de este año de gracia.
Su hermano en Cristo Redentor,

Michael Brehl, C.Ss.R.
Superior General